¿POR QUÉ UTILIZAR HONGOS FUNCIONALES?

Los hongos funcionales no son las típicas setas que encontramos en el supermercado. Se trata de una clase única de hongos reconocidos por sus extraordinarios beneficios para la salud.


Los hongos funcionales, también conocidos como hongos medicinales o adaptógenos, se han utilizado desde tiempos inmemoriales en la medicina tradicional, sobre todo en las culturas orientales.

Su característica distintiva reside en los compuestos bioactivos, minuciosamente concentrados y disponibles gracias a procesos de extracción (muy necesarios para que el ser humano sea capaz de digerir y absorber estos compuestos), entre los que destacan los polisacáridos y los betaglucanos.

Estos compuestos son la clave de sus excepcionales propiedades.

Estos hongos funcionales ofrecen una solución, cuyos beneficios han sido demostrados por la ciencia, que va mucho más allá del potencial de las típicas setas culinarias y que abarca de la inmunomodulación a la capacidad antioxidante.

Muestran un perfil adaptógeno, con un conjunto de sustancias naturales que ayuda a nuestro organismo a adaptarse y desarrollarse ante los factores de estrés. Los adaptógenos fomentan el equilibrio y el bienestar, dos factores que influyen en la homeostasis (más información en el artículo siguiente).

Los hongos funcionales interactúan con la función celular y tienen un efecto sinérgico en varias partes del organismo. Sus compuestos bioactivos modulan los procesos celulares, lo que fomenta la armonía y la colaboración entre los distintos sistemas del cuerpo.

Sin embargo, contienen mucho más de lo que se ve a simple vista. Se cree que estos hongos encierran una potente energía que fluye desde el núcleo de la Tierra a través de la intrincada red de micelios en la que se sustenta su existencia. Se trata de una corriente de energía curativa y conexión reconocida desde hace siglos. Estos extractos concentrados están a punto de revolucionar el mundo de la salud y el bienestar.